Archivo de febrero de 2012
“Prefiero no hacer nada a subirme al rodillo”, “Es inaguantable, un suplicio, no puedo estar más de media hora ahí subido”, “Me aburre mucho y me canso rápido”…
Estas frases se oyen habitualmente cuando se habla sobre el rodillo, sobre todo en época invernal, con malas condiciones climatológicas, o al comentar con otros ciclistas que parte de tu entrenamiento se basa subirte al “potro de tortura”.